Innovan con la creación de una Unidad Funcional de Tumores Cutáneos que valora las lesiones complejas y de alto riesgo ofreciendo alta resolución
Oncólogos y dermatólogos del Hospital Universitario de Valme han ido de la mano para la creación de un dispositivo asistencial novedoso: una Unidad Funcional de Tumores Cutáneos. Integra a los especialistas que participan en el proceso diagnóstico-terapéutico de esta patología oncológica, con un manejo conjunto y compartido, para aportar conocimiento y trabajo en equipo y optimizar los resultados en Salud.
La novedad se traduce en la creación de un flujo asistencial ágil y de calidad para un rápido diagnóstico que permita decidir la mejor estrategia asistencial y terapéutica de cada paciente en una patología oncológica de gran prevalencia. Un día por semana, las consultas de Dermatología destinadas a tumores integran una consulta más llevada por una oncóloga, facilitando un abordaje multidisciplinar que conecta directamente a las dos especialidades médicas implicadas en su asistencia.
De tal forma que las dermatólogas de la Unidad de Oncología Cutánea, María Coronel y Ana Lorente, pasan consulta al mismo tiempo y en el mismo área con la oncóloga especializada en piel María Rodríguez de la Borbolla. Como resultado, el paciente dispone de la centralización asistencial de su proceso de salud, evitando su deambulación por el sistema sanitario en ubicaciones diferentes y en tiempos distintos.
Innova atendiendo toxicidades dermatológicas de cualquier tratamiento oncológico
La Unidad Funcional de Tumores Cutáneos del Hospital Universitario de Valme aborda principalmente las siguientes patologías: melanomas, carcinomas basocelulares y espinocelulares de alto riesgo y otros tumores localmente avanzados o metastásicos.
En su cartera de servicios integra numerosas líneas asistenciales. Está la valoración multidisciplinar para encontrar la mejor opción posible, principalmente de tumores complejos y de alto riesgo. Una asistencia de alta resolución que se ofrece de forma inmediata. Asimismo, llevan a cabo el control de segundos tumores por antecedente neoplásico o por el tratamiento utilizado. Y como novedad, figura la atención de toxicidades dermatológicas derivadas de cualquier tratamiento oncológico y de cualquier patología.
Existe un amplio arsenal de fármacos con actividad antineoplásica, desde los quimioterápicos clásicos hasta los nuevos fármacos dirigidos contra las dianas moleculares. Sin embargo, como subraya la oncóloga María Rodríguez de la Borbolla, “este avance terapéutico no está exento de los habituales efectos secundarios producidos entre los pacientes”. Se trata de la toxicidad asociada al tratamiento oncológico, un aspecto de gran importancia por la influencia negativa que puede ejercer sobre la calidad de vida de los pacientes, así como comprometer la continuidad del tratamiento oncológico .
Los principales efectos adversos sobre la piel, traducidos en toxicidad dermatológica son: alopecia, sequedad de piel, dermatitis, acné, formación de ampollas y úlceras o pigmentación cutánea o lesiones por extravasación. Estos efectos pueden no graves (como la alopecia que altera la apariencia externa de los pacientes) o graves, pudiendo comprometer el tratamiento (reduciendo la dosis o retrasándolo) y, por consiguiente, el pronóstico de la enfermedad afectando a la supervivencia y a la calidad de vida.
Un paso más adelante
En las numerosas patologías oncológicas, la base del abordaje multidisciplinar se localiza en el Comité Multidisciplinar de Tumores. El mismo está formado por profesionales de distintas especialidades con amplia experiencia y conocimientos en el diagnóstico y tratamiento de los tumores respectivos. Se reúnen periódicamente para discutir las distintas estrategias terapéuticas en cada paciente. De esta manera ofrecen el tratamiento más efectivo y personalizado, basado en los protocolos establecidos por el propio Comité Multidisciplinar de Tumores y en las características individuales del paciente y del propio tumor.
Sin embargo, como destaca el jefe del servicio de Oncología del Hospital Universitario de Valme, Manuel Chaves, “esta unidad funcional va un paso más allá de los comités multidisciplinares de tumores a través del desarrollo de un seguimiento centralizado de los casos más complejos y graves, dando soporte asistencial conjunto el mismo día y en las mismas consultas con el paciente presente”.
Además de contar con el cuadro de especialistas expertas en este ámbito, las dermatólogas María Coronel y Ana Lorente junto a la oncóloga María Rodríguez de la Borbolla; este dispositivo asistencial dispone del apoyo, en los casos que fuera necesario, de Cirugía Plástica del Hospital Virgen del Rocío, con la cirujana Purificación Gacto, y del servicio de Oncología Radioterápica del hospital Virgen Macarena, que lidera Carlos Míguez.
Importantes beneficios asistenciales
Entre las ventajas asistenciales que proporciona este manejo innovador de las lesiones oncológicas de piel, destaca que el paciente se desplace varias veces al hospital para que lo valoren los dos especialistas que tiene como referentes: oncólogo y dermatólogo. Por contra el mismo día que acude a consulta están los dos especialistas, coordinados en decisiones clínicas, petición de pruebas diagnósticas e instauración de terapias.
Asimismo, esta dinámica asistencial evita que el paciente acuda al servicio de Urgencias por un efecto tóxico del tratamiento oncológico en la piel, resolviéndole el oncólogo el mismo día la cita con el dermatólogo de forma preferente. A nivel clínico, esto aporta como ventaja no tener que interrumpir el tratamiento oncológico y, por tanto, evita el impacto en la evolución terapéutica.
Por su parte, las dermatólogas María Coronel y Ana Lorente subrayan los notables beneficios percibidos por el paciente con esta nueva práctica asistencial: “se aporta calidad asistencial con abordaje integral y multidisciplinar a cargo de valoración conjunta de expertos en la materia; siempres está presente la humanización asistencial al evitar desplazamientos a consultas hospitalarias o a urgencias y logramos una elevada eficiencia diagnóstico-terapéutica con respuestas ágiles”.