La Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital de Valme, pionera en Andalucía, atiende a más de 5.000 pacientes en 27 años

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Desde que hace 27 años el Hospital Universitario de Valme innovara poniendo en marcha, de forma pionera en Andalucía, una Unidad de Rehabilitación Cardíaca ya se han beneficiado de la misma más de 5.000 pacientes. La calidad del servicio que ofrece a través de profesionales altamente cualificados y comprometidos con la atención humanizada, la satisfacción manifiesta por los ciudadanos que han pasado por ella y la labor social en el fomento del asociacionismo como herramienta para la mejora de resultados en salud dentro de la patología cardiaca, la catalogan entre las primeras del país.

Formada por un equipo multidisciplinar, la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital Universitario de Valme constituye un referente para más de la veintena de dispositivos de Rehabilitación Cardiaca existentes actualmente en la comunidad andaluza. El carácter integral de su asistencia y su amplia experiencia en la totalidad de las tres fases comprendidas en el proceso de rehabilitación cardíaca, avalan la excelencia de su atención.

Las enfermedades cardiovasculares constituyen el grupo de afecciones más importantes y la primera causa de muerte en el mundo. Los conocimientos actuales demuestran que los programas de rehabilitación cardíaca consiguen mejorar la calidad de vida y el pronóstico de los pacientes. Permiten modificar el estilo de vida y la adherencia al tratamiento farmacológico, mejorando el pronóstico de la enfermedad cardiovascular; mientras que ello favorece, al mismo tiempo, la reducción del riesgo de mortalidad por causa cardiovascular y disminuye el número de reingresos hospitalarios.

Cuidar al corazón rehabilitándolo

De la misma manera que, ante una fractura ósea hay que tratar y rehabilitar lo dañado, el corazón necesita de esos cuidados cuando ha sufrido un infarto, angina de pecho o se ha operado. Así de claro lo tenían los profesionales de este hospital sevillano cuando en los años 90 (siendo jefe de servicio de Cardiología Luís Pastor y bajo el liderazgo de dos enfermeros, Margarita Reina y José Antonio Mora), constituyeron la avanzadilla en Andalucía en este ámbito con la puesta en marcha de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca.

Como destaca el actual jefe de servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Valme, Francisco Javier Molano, “el objetivo es conseguir que los pacientes normalicen su vida tras el evento cardíaco, enseñándoles a aprender a vivir con su enfermedad y previniendo el corazón para no ponerlo de nuevo en riesgo”. Concretamente, el trabajo de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca está orientado hacia la educación, control y manejo de la enfermedad cardíaca en general. Su labor se enmarca en las líneas estratégicas impulsadas por el Plan Integral de Atención a las Cardiopatías de Andalucía, diseñado por la Consejería de Salud.

Se trata de una estrategia global que contempla un conjunto de medidas desde un programa educativo y de intervención psicológica. Está orientado a abordar todo el proceso de la enfermedad cardiaca, desde la prevención de factores de riesgo (diabetes, hipertensión, obesidad, alteraciones de los niveles normales de colesterol y triglicéridos, tabaquismo y sedentarismo), hasta el mantenimiento físico y la adherencia en el tiempo al tratamiento y al estilo de vida saludable.

Este programa del Salud, se adapta a la medida de cada persona y debe iniciarse de forma precoz. Incluye charlas formativas sobre el conocimiento de la enfermedad y  control de factores de riesgo cardiovascular (colesterol, diabetes, hipertensión, obesidad o tabaquismo), control dietético, entrenamientos físicos con monitorización del corazón bajo supervisión médica y cuidados enfermeros.

Rehabilitación Cardíaca Integral

  Valme ofrece a los ciudadanos con dolencias cardiacas una completa asistencia organizada en tres niveles. La primera fase del programa de rehabilitación cardiaca comienza en el instante del ingreso hospitalario y su objetivo se centra en la pérdida del miedo y en la concienciación de los factores de riesgo de la enfermedad. Para ello, además del personal del servicio de Cardiología, se dispone de la colaboración del voluntariado de las asociaciones de pacientes cardiacos del Área Hospitalaria de Valme. La segunda fase se corresponde con el ámbito ambulatorio tras el alta hospitalaria y persigue adquirir hábitos cardiosaludables mediante el control de los factores de riesgo y la realización de ejercicio físico adecuado. Por último, la tercera fase, o etapa de mantenimiento, dura toda la vida en la cual el paciente debe mantener las pautas saludables adquiridas para evitar la aparición de eventos cardiacos.

 Precisamente en este último nivel es donde el Hospital de Valme ha innovado con la potenciación de las asociaciones de pacientes cardíacos. Esta tercera fase tiene como objetivo reforzar los conocimientos ya adquiridos en el hospital que, de forma individual son difícil de mantener; pero que, de modo grupal, consigue la adherencia necesaria a las pautas de vida saludables establecidas.

Pioneros, a nivel nacional, en el fomento del movimiento asociativo
de pacientes cardiacos

La tercera fase de este programa es la más complicada, dado que se realiza fuera del hospital y precisa de la implicación responsable de cada paciente en su entorno. Al respecto, las asociaciones de pacientes son una herramienta clave para garantizar la continuidad de estas pautas, liderando este hospital sevillano en España el fomento del movimiento asociativo de pacientes con patologías coronarias.

Concretamente, el Hospital Universitario de Valme se ha convertido en referente nacional con la exportación de sus proyectos y experiencias llevadas a cabo con el movimiento asociativo. Comunidades autónomas, como es el caso del País Vasco, Asturias, la Comunidad de Madrid y Aragón junto a otras provincias andaluzas, han mostrado su interés en conocer el trabajo realizado por el grupo de profesionales de la Unidad de Rehabilitación de este hospital.

Actualmente, cuenta con una veintena de asociaciones, las cuales continúan con sus actividades programadas en la fase III de rehabilitación. A través de este movimiento asociativo se mantiene la actividad y física y cuidados con grupos afines en las propias localidades.

 Las actividades organizadas y potenciadas desde este centro hospitalario son muy prolíficas, refrendando a la vez el acentuado impulso de la participación ciudadana. Como resultado, los profesionales de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca de Valme han conseguido cristalizar un movimiento asociativo integrado por más de 2.000 antiguos pacientes, familiares y demás ciudadanos. Con ellos colaboran en la organización de jornadas del corazón, ofrecen formación al voluntariado que participa en visitas solidarias a pacientes hospitalizados, optimizan las sesiones de actividad física a realizar en cada asociación, dinamizan los grupos de senderismo con actividades durante todo el año, participan en la escuela de pacientes y mantienen activo el proceso educativo en el tiempo.