El Congreso Nacional de Ingeniería Hospitalaria ha premiado las iniciativas más relevantes surgidas en la lucha contra el Covid-19
El área de Servicios Generales del Hospital Universitario de Valme de Sevilla ha sido galardonada en el 38 Congreso Nacional de Ingeniería Hospitalaria, celebrado en Gijón, dentro de los premios `Ingeniería en Acción: Respuesta a la Pandemia´. La distinción se corresponde con la ejecución de un proyecto de reforma integral de su Unidad de Observación del servicio de Urgencias con el objetivo de potenciar la prevención y seguridad.
Los premios emitidos por este congreso, organizado por la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH), están dirigidos a homenajear a los equipos de profesionales que pusieron en marcha extraordinarias y rápidas soluciones e infraestructuras para que los sanitarios pudiesen hacer frente asistencialmente a la pandemia. De este modo, el Hospital Universitario de Valme integra las 27 iniciativas nacionales del sector seleccionadas y reconocidas en este evento por su contribución a las necesidades surgidas a consecuencia del Covid-19.
La iniciativa materializada por el hospital sevillano ha sido presentada a este congreso por parte de su subdirectora de Servicios Generales, Carmen Vélez, junto a los ingenieros de su equipo Miguel Ángel Vargas y José Antonio Arenilla.
El proyecto ejecutado se enmarca en la serie de medidas de impacto desarrolladas en este centro para reforzar la respuesta asistencial frente al Covid-19. Consiste en la reforma integral de siete box de la Observación de Urgencias. Seis con la dotación de una avanzada sistemática de presión de aire para el aislamiento de pacientes que lo precisen, adaptándose a las necesidades de los mismos; bien para prevenir contagios de infecciones a otros pacientes y profesionales, o bien para protegerlos en estados de vulnerabilidad. Por su parte, el séptimo box está equipado para reanimación cardiopulmonar avanzada.
De tal forma que esta iniciativa permite que cada uno de los boxes, de forma independiente, se mantenga en depresión o sobrepresión, según las necesidades de los pacientes. El control de la presurización negativa o positiva de estos box está telegestionado por el servicio de Mantenimiento del hospital y, a su vez, puede ser gestionado desde el control de enfermería de la Observación.
Dicha intervención permite que si un paciente afectado por el SARS-COV-2 u otra patología infecciosa de origen diferente llega a las Urgencias, se puede aislar con presión negativa para prevenir contagios. Mientras que si por el contrario es un paciente vulnerable, como es el caso de población inmunodeprimida o ancianos, se aísla con presión positiva para protegerlos del exterior. En resumen, como subrayan los profesionales que han recogido el galardón: “se desarrolló una intervención que permitió blindar la prevención y seguridad de nuestros profesionales y usuarios en la entrada al sistema sanitario por la puerta de Urgencias de hospital”.
Como valor añadido, Carmen Vélez destaca que “se llevó a cabo todo este proyecto realizando un mínimo impacto asistencial y sin dejar en ningún momento mermado el servicio clínico para dar respuesta a la elevada presión asistencial de aquellos momentos”.