La Unidad de Gestión Clínica de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario de Valme ha obtenido la certificación de calidad, en nivel avanzado, que otorga la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (ACSA) convirtiéndose en el primer servicio clínico de esta especialidad en lograrla entre los hospitales sevillanos. De este modo, el Hospital Universitario de Valme consolida su apuesta por la excelencia asistencial a través de una distinción enmarcada en el cumplimiento de los estándares establecidos dentro del Programa de Certificación del Sistema Sanitario de Andalucía para unidades de gestión clínica.
Dicha unidad clínica desarrolla su actividad en diferentes ámbitos: hospitalización, bloque quirúrgico y atención en consultas hospitalarias y ambulatorias (centros periféricos de especialidades ubicados en Alcalá de Guadaira, Dos Hermanas y Morón de la Frontera). Su plantilla de recursos humanos está conformada por un total de 73 profesionales de diversas categorías: facultativos, personal de enfermería, facultativos internos residentes junto a personal de gestión y servicios. Al respecto, su director, José Lara Bullón, subraya “el gran esfuerzo realizado por los profesionales en todas las fases del proceso y el entusiasmo por completar esta acreditación”.
Dispone de una importante cartera de servicios que garantiza la accesibilidad diagnóstica y terapéutica en las diferentes patologías de esta especialidad: artroplastia de cadera y rodilla, columna, ortopedia infantil, tumores, cirugía ambulatoria avanzada en artroscopia de rodilla, tobillo, hombro, muñeca y cadera; así como cirugía de mano y pie. Además, destacan como últimos avances incorporados diversas técnicas mínimamanete invasivas en cirugía de columna.
En su actividad asistencial, es reseñable su ingente trabajo: En el año 2017, sus profesionales llevaron a cabo 43.925 consultas externas, la atención de 1.813 pacientes hospitalizados junto a más de 4.000 intervenciones quirúrgicas (cirugías programadas con ingreso, urgencias quirúrgicas y cirugía mayor ambulatoria).
Cinco grandes fortalezas
La evaluación del proceso de certificación realizado en esta unidad clínica destaca cinco grandes fortalezas, subrayando entre ellas la implicación de sus profesionales con la propuesta de áreas de mejora en los aspectos relacionados con el soporte de la evaluación. Por su parte, el trabajo de coordinación ha correspondido a su jefe de servicio, José Lara; jefe de sección y responsable de la acreditación, Jorge Angulo, con la ayuda de la anterior supervisora de enfermería Isabel Galán, puesto que actualmente desempeña Elena Reyes.
Dichas fortalezas encontradas se corresponden con los siguientes ámbitos: la persona como sujeto activo, accesibilidad y continuidad de la atención, información clínica, promoción de la salud junto a herramientas de calidad y seguridad.
En el marco de dar mayor relevancia al usuario como parte activa de su proceso de salud, esta unidad clínica ha editado una guía informativa para pacientes intervenidos quirúrgicamente a los que les entrega en el momento de su alta hospitalaria. Su objetivo es trasladarles la información más importante para que la tengan en cuenta tras la cirugía, incidiendo en los puntos clave para una correcta recuperación y dando de este modo respuesta a las dudas más frecuentes que suelen surgir en el proceso post-operatorio.
Al mismo tiempo, y al objeto de implementar mejora con la participación activa del paciente y su familia, esta unidad clínica dispone de un Plan de Mejora de la Satisfacción. La iniciativa ha permitido identificar las principales áreas de mejora en relación con la satisfacción del usuario que ha favorecido la implantación de acciones para materializar la optimización de los servicios prestados.
Otra fortaleza identificada durante la evaluación de la ACSA es la potenciación de la continuidad asistencial en los pacientes con patologías traumatológicas. A través de la implementación conjunta con atención primaria y unidades hospitalarias de Rehabilitación y Reumatología del proceso asistencial de Patología Musculoesquelética, el paciente se beneficia de una mayor coordinación de profesionales de ambos niveles asistenciales con la resolución más eficiente de sus procesos de salud.
En el ámbito de la puesta en práctica de herramientas de calidad y seguridad, la evaluación destaca la implantación en el último año de un sistema de dispensación semiautomática en el área de hospitalización. Junto a la prescripción electrónica, este proyecto contribuye a incrementar el uso seguro del medicamento, disminuyendo además el estocaje de medicamentos en los controles de enfermería de la planta en pro de una mejor gestión de los recursos farmacéuticos hospitalarios.