En el período más crítico de la pandemia (desde mediados de marzo hasta finales de abril), el servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario de Valme de Sevilla implantó una serie de medidas encaminadas a proteger a sus pacientes frente a la infección por SARS-CoV-2. La atención telemática fue una de las principales herramientas introducidas, siendo a día de hoy un recurso asistencial vigente por sus ventajas en la atención de estos pacientes.
Anteriormente a la pandemia, este servicio clínico no disponía de consultas telemáticas, dadas las características de los pacientes hematológicos: patologías crónicas y pacientes inmunodeprimidos, con la también combinación de patologías oncológicas y edad avanzada. Sin embargo, la crisis sanitaria supuso una oportunidad para la irrupción de una nueva dinámica asistencial con la creación de de agendas para consultas telefónicas de pacientes donde no es prioritaria la presencia física en el hospital.
Al respecto, Carmen Couto, jefa del servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario de Valme de Sevilla, destaca la implicación de su equipo de profesionales. Por un lado, cribando a los pacientes cuya presencia física era prescindible para el control de la enfermedad y, por otro lado, el esfuerzo para la adaptación de los profesionales a esta nueva dinámica de atención virtual. De tal modo que, “se ha mantenido las actividad al 100%, combinando la modalidad presencial y telemática, según las necesidades de cada paciente, para preservar su seguridad”.
Realizadas el 59,2% de las consultas de forma telemática
Este servicio clínico ha continuado su actividad con sus 15 consultas semanales funcionantes: ocho correspondientes a la Unidad de Día de Onco-Hematología y siete para consultas externas. Concretamente, la intensa actividad llevada a cabo en ambos dispositivos asistenciales han contabilizado un total de 1.959 atenciones durante el primer mes y medio de la pandemia, conjuntando ambas modalidades asistenciales. El esfuerzo llevado a cabo se traduce en el incremento del número de consultas realizadas en este servicio médico con respecto al mismo período del año anterior: 781 consultas más realizadas. Destacar que el 59,2% de ellas se llevó a cabo de forma telemática.
Los satisfactorios resultados obtenidos reflejan ventajas de esta dinámica de trabajo asistencial, habiendo conllevado que en la fase de desescalada se mantenga la consulta telemática para aquellos pacientes en los que no es prioritaria su presencia. Es el caso de pacientes que no estén actualmente bajo tratamiento activo y con citas de seguimiento que se han programado para revisión de sus recuentos sanguíneos. Evitan el desplazamiento al hospital, con lo cual mejoran su calidad de vida; también reducen el tiempo de espera con teleconsultas que favorecen respuestas más ágiles y rápidas, y, asimismo, las consultas presenciales se descargan de aglomeraciones en tiempos donde la distancia de seguridad es obligatoria.
También la atención telemática es extensible a aquellos pacientes que reciben medicación oral o soporte, previa revisión de cada caso por el facultativo referente. Destacar en este caso la colaboración del servicio de Farmacia Hospitalaria con activación de medidas que facilitan la recogida de los medicamentos por familiares o el traslado de medicamentos de uso hospitalario hasta los domicilios. Por su parte, los pacientes que están en tratamientos activos a nivel hospitalario o que reciben transfusiones, están continuando su plan de tratamiento asistiendo con citación presencial.
Por lo que respecta al área de hospitalización, las características de los pacientes oncohematológicos que precisan de ingreso no ha llevado parejo un plan de desescalada, dado que son patologías agudas con necesidad de tratamiento oncológico en la mayoría de los casos no demorables. Y en Laboratorio de Hematología, han continuado realizándose todas las pruebas diagnósticas pertinentes.
Asimismo, en el área de transfusiones sanguíneas, este servicio clínico instauró durante la pandemia un protocolo con un decálogo para uso de los demás servicios hospitalarios basado en la prescripción racional del uso de componentes sanguíneos. Una medida enmarcada tanto en las instrucciones del Plan de Contingencia elaborado por el Centro Regional de Transfusión Sanguínea (CRTS) de Sevilla-Huelva y Banco de Tejidos, como en el Plan de Contingencia elaborado por el Comité Hospitalario de Transfusión del Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla. De esta forma, se ha conseguido mantener un stock adecuado para los enfermos con necesidad urgente de ser transfundidos.