El Hospital de Valme consolida la técnica de ablación por radiofrecuencia y microondas diversificando su aplicación a distintas patologías

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El Hospital Universitario de Valme de Sevilla ha consolidado la aplicación de nuevas técnicas intervencionistas y mínimamente invasivas en lesiones tumorales mediante termoablación por radiofrecuencia y microondas. Iniciadas hace dos años en este centro para el tratamiento de lesiones hepáticas y óseas, ahora se diversifica su aplicación a otras patologías; dado que permiten tratar enfermedades anteriormente sólo abordables a través de cirugía y además beneficia a pacientes con contraindicación de terapia quirúrgica que logran mejorar su pronóstico y aumentar su supervivencia.

Estas técnicas se basan en la destrucción tumoral mediante calentamiento del tejido bajo control ecográfico o de TAC, como guías de imagen. Las mismas pueden ser divididas en varias categorías, dependiendo de su método de suministro de energía o su modo de acción. Incluyen principalmente la radiofrecuencia, las microondas o la crioablación. Tras el procedimiento, la lesión tratada es controlada mediante nuevos estudios periódicos a través de resonancia magnética o TAC para verificar la necrosis completa del tumor.

Los procedimientos se llevan a cabo en las instalaciones de la Unidad de Radiodiagnóstico bajo la coordinación del especialista en radiología intervencionista Ignacio Garrido. Se aplica en colaboración con especialistas de las diferentes patologías que en cada momento se traten: cirujanos, traumatólogos, urólogos o neumólogos. Consiste en la inserción de un electrodo de punta recta refrigerada, bajo control directo de imagen, que emite una energía eléctrica generadora de una necrosis (muerte) de las células tumorales hasta conseguir la total reducción y reabsorción del tumor.

Se trata de un método mínimamente invasivo mediante un abordaje percutáneo que permite una menor morbilidad y mortalidad. Se prescinde de quirófano y cirugía para desarrollar el procedimiento en una sala de radiología intervencionista. Se evita el ingreso hospitalario de larga duración, se minimiza el dolor y se consigue una rápida recuperación del paciente. Según Ignacio Garrido “las técnicas ablativas son una opción de tratamiento segura y eficaz en casos seleccionados y en manos expertas, siendo notables las ventajas para el paciente”.
 
Diversificación de la técnica

Dadas las ventajas que aporta esta técnica en su aplicación y la recuperación del paciente, así como la eficacia en el tratamiento (100% de necrosis tumoral); cada vez son más las patologías de las diferentes especialidades médicas que pueden beneficiarse de ella. En consecuencia, y tras aplicarla inicialmente en la resección de tumores hepáticos, este hospital sevillano la amplió el pasado año a tumores óseos que causan gran discapacidad en los niños por su dolor: osteomas osteoides. Concretamente, durante el mes de junio ha aplicado la radiofrecuencia a lesiones de dos niños con resultados satisfactorios.

Además, en la actualidad ha iniciado un proyecto de expansión a otras patologías tumorales (riñón, tiroides/paratiroides y pulmón) en cuyos pacientes la opción quirúrgica está contraindicada por edad o por estado de vulnerabilidad para hacer frente a una cirugía. Según el radiólogo coordinador de esta técnica en Valme, “se mejora la calidad de vida de enfermos, ofreciendo una terapia alternativa, y además en otros pacientes conseguimos mejorar su supervivencia”.