La patología Covid ha supuesto el 15% del total, duplicando el tiempo medio de estancia hasta situarlo en 29 días fruto de su severidad
En picos asistenciales ha llegado a triplicar el número de ingresos respecto a la época previa a la llegada del Covid-19
Desde que en marzo de 2020 se iniciara la pandemia hasta el mes de septiembre de 2021, año y medio de presencia del virus SARS-CoV-2, el servicio de Cuidados Críticos (UCI) del Hospital Universitario de Valme de Sevilla ha atendido a 1.482 pacientes de diversas dolencias graves que han generado más de 22.000 estancias. De ellos, un total de 221 personas se han correspondido con patología Covid, representando el 15% del total de los ingresos. Un porcentaje vinculado al colectivo de pacientes con necesidades asistenciales más complejas y cuya severidad ha duplicado su tiempo medio de estancia respecto a otras patologías hasta situarlo en 29 días.
Tras cinco oleadas y una gran presión asistencial, este servicio instaura la normalidad con varias semanas sin nuevos ingresos de enfermos infectados. Sin embargo, hace balance del esfuerzo de sus profesionales para dar respuesta a una de las áreas más castigadas por el virus: el área sur de la provincia de Sevilla. Y, como subraya su directora gerente, Mª Jesús Pareja, “no debemos olvidar el trabajo realizado para compatibilizar de forma segura la atención de los pacientes con coronavirus y aquéllos también críticos con patologías diferentes al Covid-19”.
Efectivamente, en el servicio clínico que da soporte a los pacientes más vulnerables, por el carácter crítico de su ingreso, tuvieron que arbitrarse diferentes estrategias que garantizaron una asistencia segura y de calidad en picos máximos de frecuentación que hasta llegaron a triplicar los ingresos respecto al período pre-pandemia. Según destaca el jefe del servicio de UCI, Antonio Lesmes, “ha sido crucial la coordinación multidisciplinar y la implicación de los profesionales para dar una respuesta eficiente a nuestros ciudadanos”. En este sentido, destaca el logro de la reconversión en tiempo récord de los espacios destinados a habilitar circuitos diferentes para necesidades asistenciales de patologías críticas distintas: “gracias a la capacidad de previsión, coordinación y organización de nuestros profesionales pudimos pasar de 14 puestos asistenciales a 36”.
De este modo, este hospital llegó a activar hasta cuatro ucis simultáneas con las que hacer frente a la presión asistencial mediante la organización de circuitos diferenciados filtrados por patología Covid y el resto de patologías graves, garantizando así la seguridad de pacientes y profesionales.
Entre las actuaciones arquitectónicas materializadas y vinculadas a la UCI, se ha generado una segunda unidad destinada a Cuidados Críticos Intermedios. Para ello, se ha adaptado de forma permanente las instalaciones próximas del originario Hospital de Día Quirúrgico, activo desde el año 2013. Éste se ha trasladado al espacio adaptado, anteriormente ocupado por consultas externas de Cardiología.
De tal modo, que a la capacidad habitual de UCI de 14 camas se le suma ocho boxes y de dos puestos más para procedimientos diagnóstico-terapéuticos de alta precisión. Una actuación que garantiza una mayor capacidad para pacientes críticos para el momento que se precise.