Cirujanos vasculares constatan la efectividad de la embolización en síndrome de congestión pélvica

Profesionales de la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía Vascular del Hospital Universitario de Valme, que dirige Andrés García, han desarrollado un estudio a través del cual constatan la efectividad de la técnica de la embolización en pacientes que padecen el síndrome de congestión pélvica. Valme es el centro hospitalario de mayor experiencia en esta técnica dentro del sistema sanitario público andaluz, habiendo llevado a cabo un total de 21 intervenciones desde su implantación en el año 2007.

 

El síndrome de congestión pélvica es una enfermedad compleja que afecta a mujeres de entre 30 y 50 años de edad y suele desarrollarse sobre todo tras el embarazo, con un 20% de prevalencia. El origen se relaciona con el importante aumento de la vascularización producida en la región útero-ovárica, zona donde se desarrollan las varices en la pelvis alrededor del útero. Esta patología se manifiesta a través de dolor crónico en la pelvis, pesadez en la región inferior del abdomen y dolor durante las relaciones sexuales.

Sin embargo, el síndrome de congestión pélvica tarda en diagnosticarse, ya que las afectadas le otorgan poca importancia e ignoran que la molestia tenga solución. Se presenta sin causa ginecológica, asociado a reglas dolorosas y con molestias variables e inespecíficas en los días premenstruales como consecuencia de un mayor aumento del flujo sanguíneo venoso en la pelvis al coincidir con la ovulación.

Al respecto, los cirujanos vasculares del Hospital Universitario de Valme realizan desde el año 2007 la embolización venosa en la pelvis como recurso clínico para mitigar las molestias derivadas de esta dolencia. Se trata de un procedimiento endovascular, mínimamente invasivo, con una doble finalidad: la diagnóstica y la terapéutica. Inicialmente, permite confirmar o descartar la existencia de la congestión pélvica y, en caso afirmativo, ejecutar al mismo tiempo la embolización venosa.

El procedimiento consiste en bloquear el flujo venoso que transcurre por las varices útero-ováricas introduciendo un catéter a través de una punción en la ingle o en el brazo. La intervención, que se lleva a cabo en la sala de radiología vascular, permite cerrar las venas afectadas desde dentro haciendo que la presión que éstas soportan disminuya y evitando que se desarrollen otras varices nuevas.

Amplia experiencia en la aplicación de esta técnica diagnóstico-terapéutica

La experiencia acumulada por el Hospital Universitario de Valme sobre la aplicación de esta técnica a lo largo de seis años ha llevado a sus profesionales a desarrollar un estudio donde demuestran su eficacia. El mismo, presentado en Jaén durante el transcurso del XXIX Congreso Andaluz de la Sociedad Andaluza de Angiología y Cirugía Vascular, ha logrado el primer premio a la mejor comunicación de este foro científico.

Bajo el título de `Síndrome de congestión pélvica: experiencia y resultados tras embolización venosa´, se expone la efectividad de una técnica diagnóstico-terapéutica de la que se han beneficiado un total de 21 mujeres en este centro hospitalario en los últimos seis años. Dicho estudio fue presentado por Francisco Diéguez, especialista interno residente de último año de la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía Vascular del Hospital Universitario de Valme, exponiendo el éxito técnico alcanzado en todas las intervenciones practicadas y no habiéndose producido ninguna complicación derivada del procedimiento.

Las pacientes fueron estudiadas mediante flebografía pélvica y, previamente, cursaron una analítica general y un test de gestación para descartar el embarazo antes de la intervención. Los resultados obtenidos reflejan que la edad media de las pacientes afectadas fue de 37,6 años con un seguimiento medio de 38 meses. En todas las pacientes se encontraron signos de insuficiencia congestiva pélvica y fueron sometidas a la embolización. Los síntomas que presentaban eran principalmente pesadez pélvica y perineal, seguida de dolor pélvico y finalmente de dolor en relaciones sexuales.

Por su parte Francisco Diéguez destaca los beneficios de la técnica aplicada: mejora la pesadez pélvica en un 77%, desaparece el dolor abdominal en un 66% y disminuye el dolor en las relaciones sexuales en un 72%. Unos resultados que avalan esta técnica como estrategia terapéutica segura (al no producirse complicaciones) y efectiva (al confirmarse la mejoría clínica de las pacientes).

Asimismo, entre sus ventajas también subraya su carácter mínimamente invasivo y rapidez en el desarrollo de la intervención (de 50 a 90 minutos, dependiendo del número de varices a tratar) junto a la corta estancia hospitalaria, la cual se reduce a varias horas o, a lo sumo, a un día de ingreso en el Hospital de Día Quirúrgico.

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